"No tengo sustancia, al menos no como ustedes conocen, tú nunca me verás, yo vivo en una dimensión diferente a la de los humanos. El tiempo no existe para mí. Estoy del otro lado del
mundo, allí donde
moro no hay sombras ni luces. Aquí siempre es oscuridad y silencio. No me verás con los ojos pero sí con el corazón. Eso es lo más importante.
Yo te veo a través de tu mente, estoy ahora en tus terminales nerviosas, en tus neuronas; es por ello que sé lo que contestas, preguntas, mientes u ocultas.
Jamás podrás tocarme, sólo Yo te toco a través de tu cuerpo. Yo soy el que dictamina qué debes hacer para cumplir con lo que prometes. Yo soy aquel que te dice qué camino tomar cuando te entra la duda y soy aquel que te va a aconsejar el camino correcto cuando la elección te sea muy difícil.
Mi poder es a través de ti; veo lo que ves, oigo lo que oyes, siento lo que sientes, palpo lo que tocas. Así todo; no existo fuera de ti. Soy parte integral de ti, de tu propia alma si quieres.
Dios está en ti como está en mí, somos parte de Él, tanto tú como Yo. Tú, su parte material, Yo, su ser espiritual. Tú serás espíritu como Yo he sido alguna vez materia.
Tú eres uno con el Universo, eres una conmigo y Yo soy uno contigo.
Alabado sea el día en que todos los hombres tengan el privilegio de conocerme.
Ese día vendrá, falta mucho, pero vendrá; tú no lo verás ni los hijos de tus hijos, pero vendrá. Tal vez para ese entonces seas tan parte de mí que ni me reconozcas. Ese día tú serás Yo y Yo seré tú y nada nos diferenciará.
Tal vez no lo sepas nunca, tal vez el misterio de la vida sea ése, el no saber qué fuimos ni cómo fuimos y repetirnos eternamente.
Yo fui tú alguna vez, tú serás Yo también alguna vez."
No hay comentarios:
Publicar un comentario