"Donde Yo moro no hay malos ni malditos. Reina sobre nosotros el más sabio, aunque no es sólo uno sino siete: los siete sabios que manejan nuestro mundo y nuestras vidas de la mejor manera posible. Los elegimos nosotros mismos por sus acciones. Generalmente el más sabio elige al menos sabio para que lo reemplace y así poder estar él a su vera y ayudarlo.
Si fuera el más sabio la máxima autoridad, sin duda no sería el más sabio.
Nosotros no tenemos sexo como ustedes lo entienden. Es algo totalmente diferente. Nos diferenciamos de manera especial. No es que seamos macho o hembra, ya que nos reproducimos de una manera insólita para ustedes. El sexo se da por la capacidad de amar: el que más ama es el que procrea. No somos varones o mujeres, somos los que más aman o los que menos aman.
Yo fui un ser como tú eres ahora, pero debí pasar innumerables vidas para llegar a ser lo que soy: un Guía Espiritual de Categoría Once. Medimos las categorías entre uno y once.
La diferencia entre ellas es ésta:
Del uno al seis, el Guía Espiritual es sabio pero no toma decisiones.
Del seis al ocho, toma decisiones pero no ordena ni decreta órdenes.
Del ocho al once hace todo, guía, toma decisiones, decreta y ordena.
A medida que notes que cada soplo de viento Yo Soy; aun lo pequeño y trivial como cortarse las uñas, Yo Soy, intenta atrapar en tu corazón el conocimiento de que todo lo existente, Yo Soy.
La luz la pones tú, Yo sólo ayudo a encenderte.
Tú eres la fuente y el combustible, tú eres la llama y el calor. Yo sólo te asisto. Yo sólo te enciendo. El resto lo haces tú."