"Nadie debe atentar contra la vida humana y si así lo hiciera deberá pagar un precio muy alto por ello. Ese precio en tu mundo lo determina el gobierno que rige ese pueblo. El ciudadano común no ha tenido nunca la oportunidad de ver con sus propios ojos cómo se mueve la maquinaria del Estado. Hace falta mucha energía positiva, mucha audacia personal y mucha voluntad para imponerle a un pueblo la pena de muerte.
Una vida no se paga con una vida. El castigo no provendrá de ti ni de tu sociedad; el castigo lo vivirá el hombre eternamente hasta que no redima sus pecados. Si ha cometido tropelías tan grandes que no quepa el perdón humano, el perdón divino lo hará. Porque ese hombre equivocado también es un hombre que evolucionó hacia atrás, que no pudo alcanzar en esta vida ni siquiera el más mínimo grado de evolución.
Tal vez te queden muchas vidas aún por delante para comprobar tu destino final. La escalera de la evolución no va hacia atrás. Quizá no notes tu evolución pero Yo sí y siéntete que si has sido una buena persona en esta vida, en la próxima serás casi igual o mejor. Cada uno vivirá el tiempo que le toque vivir. Ése es "su tiempo", el que estaba destinado desde antes de nacer. Tú tendrás el tuyo. No hay más razones.
La muerte es una parte de la vida, por lo tanto todo es principio siempre, sólo el destino es inamovible".